15.12.08

UN POEMA DE CADA LIBRO DE PAUL CELAN (VERSIONES DE PATRICIA GOLA)


Paul Celan sigue siendo el referente inevitable si hablamos de un lenguaje «tocado por el siglo», hablemos de Awschitz, como en su caso, o del proceso militar en la Argentina que acabó con «las mejores mentes de una generación».
No es que la poesía sea imposible después de Awschitsz.
Se trata del lenguaje: debe dar cuenta de esa herida, de todas las heridas.
En palabras de Alain Badiou: la elocuencia se torna obscena.
Sea como sea, a través de versos como estos, el poeta busca sus referentes.
En un idioma tocado por las atrocidades del siglo XX, por las vanguardias y por los movimientos políticos.
Se necesita una lengua que, sin olvidar el legado del último Hölderlin, se reformule desde sus trizamientos, sus costuras y suturas, dando cuenta de la trama simbólica que lo precede.
Por supuesto, no refiero a buscar la inspiración en poéticas ajenas, de haber tal cosa. Todo lenguaje debe ser puesto a prueba. Sea el de Ungaretti, el de Juan L. Ortiz, César Vallejo o el de cada poeta que dejó su marca en la trama simbólica.
Esa violencia contra el uso cristalizado del lenguaje que Lacan pedía a la poesía, la distancia entre un yo y un siempre imprecisos, dan lugar a esa palabra – tienda que cobija en la intemperie del mundo.
Hacia el claro, lo abierto.
Desde el ya no, al no es tiempo todavía.
Está en los poetas tratar con esa noche del mundo.
De
MOHN UND GEDACHTNIS
Amapola y memoria
(1.953)

PAISAJE

¡Ustedes, altos álamos —hombres de esta tierra!
¡Ustedes negros estanques de la Fortuna —ustedes los reflejan hasta en la muerte!

Te vi, hermana, parada en ese brillo.

De
VON SCHWELLE ZU SCHWELLE
De umbral en umbral
(1.955)

OJO DEL TIEMPO

Este es el ojo del tiempo:
mira de reojo
bajo la ceja de siete colores.
Su párpado es lavado por los fuegos,
su lágrima es vapor.

La estrella ciega vuelta a él
y se funde en la pestaña más ardiente;
hace calor en el mundo
y los muertos
brotan y florecen.


De SPRACHGITTER
Rejas del lenguaje
(1.959)

UNA MANO

La mesa de madera de las horas, con
el manjar de arroz y el vino
Se
calla, se come, se bebe.

Una mano que besé
alumbra las bocas.

De
DIE NIEMANDSROSE
La rosa de nadie
(1.963)

LA PALABRA DEL-IR-HACIA-LO-HONDO
que leímos. Los años, las palabras desde entonces.
Seguimos siendo eso.

Sabes, el espacio es infinito,
sabes, no necesitas volar,
sabes, lo que se escribió en tu ojo,
nos vuelve más profunda la profundidad.


De
ATEMWENDE
Cambio de aliento
(1.967)

ESTAR, a la sombra
de la llaga en el aire.

Estar-por-nadie-y-por-nada.
Desconocido
solamente
por ti.

Con todo lo que cabe dentro,
también sin
lenguaje


De FADENSONNEN
Filamentos solares
(1.968)

fuiste mi muerte:
sólo te tuve a ti
cuando todo se me iba.

De LICHTZWANG
Presión de luz
(1971)

RESTOS AUDIBLES, RESTOS VISIBLES, en
el dormitorio mil uno,

día y noche
la polca de los osos:

te reeducan

vuelves a ser
él.


De
SCHNEEPART
(1.971)

EL AÑO QUE IRRUMPIÓ
con la corteza de pan ilusorio
corrompiéndose.

Bebe
de mi boca.


De ZEITGEHOFT
Morada del tiempo
(1.976)

ESTUVO
la partícula de higo sobre tu labio,

estuvo
Jerusalén en torno nuestro,

estuvo
el claro aroma del pino
sobre el barco danés que agradecimos,

estuve
en ti.


Versiones de Patricia Gola, de Antología Poética, Paul Celan, Universidad Autónoma de Puebla, 1987 Prólogo de Michel Hamburger. Contratapa de Yves Bonnefoy.

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2 comentarios:

Marcelo dijo...

Hola Javier. Excelentes las traducciones de Patricia Gola. Verdaderamente uno olvida que se trata de poemas que provienen de otra lengua, lo que en el caso de Celan, particulamente, no es poca cosa. "Estuvo" y "Una mano", son de lo mejor que he leido de Celan en castellano. Gracias.

Javier Galarza dijo...

Gracias por apreciar estas versiones, Marcelo.
Creo que a poetas como Celan hay que leerlos en todas las versiones posibles y las de Patricia Gola me parecieron muy acertadas.
Gracias por tu lectura.